miércoles, 29 de agosto de 2007

21 de Agosto - 18 hs.

Fuimos al Hogar Escuela Eva Perón.

Chicos de distintos tamaños y temperamentos; muy tímidos, callados, charlatanes, tristes, gritones, calmos, movedizos, nos recibieron de distintas formas: con abrazos, besos, con miradas curiosas, otros haciendo como si no estuviéramos ahí (aunque nos espiaban), empujándose entre ellos o sentándose en un rincón. Todos sabían qué íbamos a hacer: cantar, leer, dibujar. Fui presentada, a lo que siguieron acercamientos y algunas preguntas ¿vos sos la del libro del secreto? Sí, soy yo. Después de cantar y leer, trabajamos con collage. También hubo dibujos de Uno y Otro. Pero sobre todo, hubo compartir lectura, canto, charla, papeles, plasticota y miradas.

Del hogar, me quedé con ganas de dar más. No es posible acercarse a los chicos solo con una visita, sobre todo a estos chicos. Necesitan conocerte, como todos lo necesitamos para entablar una relación, pero sobre todo necesitan confiar. Eso es lo que hacen los integrantes de Mandrágora: volver, volver y volver, dar confianza y recibirla. Y eso, se nota. Se nota cuando se acercan, cuando piden y cuando dan.

Empiezan con una canción y siguen con un libro. Un libro que no llega sólo al hogar, hay que llevarlo, de la mano y con cariño, para que crezca, como los chicos.

No hay comentarios: