Al finalizar el taller, Sergio me regaló su libro de poemas auto editado.
Después, en una ronda mágica me entregaron una libreta dedicada.
¡Amo las libretas! ¡¡¡Gracias!!!

Después, en una ronda mágica me entregaron una libreta dedicada.
¡Amo las libretas! ¡¡¡Gracias!!!

Y la fiesta no terminó ahí… siguió en lo de Rossana con empanadas, vino y gaseosa.
¡Casi todos!
Mi agradecimiento: dibujos.
¡Desde acá, un abrazo de oso para Mandrágora y todos los chicos!
A todos, otra vez, gracias.
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